La película es un llamado de conciencia sobre la desaparición de los bosques en el país. Grandes necesidades industriales han creado una mayor demanda de madera, la necesaria expansión de la ganadería y la agricultura está provocando la destrucción de bosques en regiones donde solo bosques pueden dar un rendimiento económico aceptable. En vista del progreso irracional de la tala de árboles y en vista de la lentitud con que instituciones estatales intervienen en ese problema –determinante para el futuro del país- se decidió hacer esta película. Considerando que es la primera película que produce el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, es importante no solo por el tratamiento crítico del problema, sino por que sienta una posición autónoma frente a los criterios oficiales, posición que determino gran parte de la producción cinematográfica posterior del Departamento de Cine.